«Soy el pájaro que aletea atropellado. Y el ave que planea.
Un lobo solitario. Y el que oye, tras de sí, respirar a la manada.
Soy lo que veo con claridad. Y lo que, a oscuras, atisbo dentro.
La sonrisa más triste. Y la más alegre.
Palabras que se dejan decir. Y largos silencios.
Soy la que abre la puerta de su propia fortaleza. Y quien no encuentra la llave.
Un ser que vive de sueños. Y el que surge al despertar.
Soy la que no sabe quién es. Y quien sí lo sabe». ©