¿Quién escribe? No soy yo. O al menos no ese yo previsible pegado como un recortable infantil sobre un paisaje dibujado del mundo. Mi narrador es una nebulosa de contornos difusos que, de vez en cuando, escapa de mí y corre ebria de libertad. Escribo al dictado de un ser resentido con la vida inventada. Y entre líneas, le escucho gritar: ¡Sólo esto es real! ©